GUGNIR

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En un principio sólo existía el vacío, ni océano, ni árbol que levantase sus ramas o hundiera sus raíces. Más al norte, allá en el abismo, se formó una región de nubes y sombras llamadas el Imperio Nórdico; en el sur se formó la tierra, de la nada el inframundo. Los tres ríos de agua sagrada que transcurrían desde Asgard hasta encontrarse con los correspondientes de Helheim llevaban  esperanzas y pronto se solidificaron.

 

Cuando las heladas aguas del norte tocaron el abismo, este se llenó de gélida escarcha, que empezó a detenerse con el aire cálido que soplaba desde el sur. Fue así como de las amorfas aguas surgió Nalah, la primera criatura en Asgard que dio vida y pobló la tierra; Entre los miles de hijos que tuvo, nació Luz, un ser tan puro al que los dioses le regalaron el don del encanto infinito para conquistar todo aquello que desee.

 

Miles de años después nació Black Soul, un mortal tan malo y despiadado al que los dioses enviaron al inframundo; allí fue guiado por el cuervo, que traicionó a Odín, dios de dioses, razón por la que recibió el mismo castigo del mortal y cuyas  misiones eran convertir  a los guerreros de corazón noble en seres falsos y traicioneros con el fin de crear un ejército que pudiera destrozar a los dioses.

 

Por supuesto, Odín, no permitiría que esto sucediera, así que encontró algunos aliados que en la tierra de los mortales le ayudarán a los guerreros nobles de corazón. Uno de ellos es Bálder, el fauno mago, dueño de los talismanes sagrados elaborados con trozos de las máscaras espantosas y místicas de de Odín, las cuales fueron hechas con tres propósitos: ayudar a los dioses en sus guerras, guiar a los aliados y espantar a los enemigos.

 

Ahora Nalah, Luz y Bálder tienen la misión de luchar contra Black Soul y el cuervo, para poder salvar a los guerreros y evitar que sean viciados por los seres enviados del inframundo.

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